Perforando los contornos con los ojos del alma,
para ver la realidad sin espejismos.
Aprendiendo a mirar con el corazón,
para conocer lo esencial de la persona.
Sabiendo que no me vendo por menos de nada…
Llorando cuando vale la pena.
Valorando los detalles
que no supe ver, ni mirar.
Anclándome en el cabo de la esperanza.
Conociendo que mis verdades no tienen complejos.
Liberando mis rabias, mis penas, mis alegrías…
Acomodando mi lado oscuro…
que también es mío.
Viviendo en un bosque, donde no hay guaridas…
Cerrando los ojos, para aprender a ver.
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3 comentarios:
Ojo con el lado oscuro... todos lo tenemos, pero no todos lo podemos aceptar...
Bala, ojo siempre debemos tener y aceptarlo es parte del aprendizaje diario...de poco nos sirve negárnoslo. Yo al menos soy consciente de mi mala ostia, mi bordaría (especialmente siempre que me siento agredida o agreden a los míos) y por supuesto mi egoísmo sumado a dosis de prepotencia y rabia mal contenida, en más ocasiones de las que me gustaría. Todo ello así a voz de pronto…bufff
Tal vez ese no sea tu lado oscuro... sino tu lado malo conocido y aceptado...
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