7 dic 2008

El tiempo no mata

Con el tiempo he aprendido muchas cosas, pero sobre todo este me ha enseñado a valorar otras tantas. Me ha dejado claro que es aliado a la par que enemigo, porque enseña, muestra, cura, cicatriza, y de la otra cara, se nos escapa. Día vivido, día menos por vivir. Con todo y ello para mí es más amigo que enemigo. No me va en la cantidad, tanto como en la calidad. Con la conciencia de todo ello, a pesar de mi edad que ya se puede considerar, no he aprendido. No lo suficiente. Sí he hecho algo y es valorar, el amor, la amistad y mi fuerza ante la adversidad.
He aprendido que el amor no es un cuento de hadas con final feliz, ni una posesión, ni una seguridad, ni follar hasta alcanzar el clímax, ni una compañía. No, nada de eso es el amor. El amor es estar ahí, codo con codo sin acotar libertades, ni espacios. Aceptando, viendo, las limitaciones, defectos, del otro. Protegiendo sin desprotegerse, anteponiendo ráfagas de felicidad a favor del otro. Dando y tomando, nunca necesitando. Siempre regalando…abrazos, caricias, guiños, comprensión, sonrisas, lágrimas…
De la amistad he aprendido que la mitad y cuarto son mentira, que cuando brillas, te adornas y estás en el podio se te acercan moscas, mosquitos, moscones y todas sus variantes. Que cuando rizas el rizo, halagas, mientes y te mientes se multiplican.
Que cuándo de verdad sabes quién es tu amigo es cuando has caído, cuando a ojos de la sociedad vales menos que la escritura de una choza, cuando eres una piltrafilla y te puedes mostrar como tal al otro. Y el otro coge tu mano.
Y de mi fuerza estoy valorando que es mucha más de la que pensaba, que puedo caer y he caído miles de veces…que cuando estoy en el suelo imposibilitada casi por completo para levantarme..que cuando creo que ahora ya no voy a poder con un gramo más, puedo con ese gramo y algunos más que me caigan encima. Y me levanto y lo intento y lo vuelvo a intentar.
Del tiempo he aprendido a valorar y también a aceptar derrotas, grandes derrotas a todos los niveles sin sentirme una inútil, ni peor, ni mejor. Y él me ha enseñado que perdonar cuestiones imperdonables, daños irreparables, es posible porque el beneficio de la paz personal, nunca es comparable al tormento del odio.
Si tuviese que definir el tiempo con una sola palabra, ya la tengo. Aliado.

6 comentarios:

A través del velo dijo...

Esa es mi Isabel!!
Estoy aquí escribiendo con mi gato casi encima del teclado. Tú me has ayudado a sentir su cariño...a sentirlo dentro de mí, el suyo y el mío, como el tuyo y el mío.Quizás podemos aprender de ellos...
Gracias por ayer, gracias por estar, gracias por tu cariño.

Isabel dijo...

Pues es muy bonito lo que has escrito tocaya, y dejas mucho para reflexionar, me gusta lo que dices del tiempo, y aunque es un aliado que no deja de correr, nos enseña y nos dá la experiencia, y la facultad de valorar las pequeñas cosas, para mi también es un aliado. Un beso

Kurtz dijo...

No sé si considerarlo un aliado, pero la verdad es que no lo considero un enemigo. Hay otros enemigos peores.

PD: me gusta el nuevo look del blog.
Saludos.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho, sobre todo tu definición de amor, estoy muy de acuerdo.

Lo que tenemos que hacer es que ese tiempo (que es el aliado de TODOS) cada vez sea menos necesario y más breve parar curar, aprender y actuar.
Ah! y piensa en lo afortunada que eres de tener amigos así.

unbeso

Moisé dijo...

El tiempo no es el enemigo, los enemigos son los que nos lo roban y del amor ya sabes lo que pienso :P


dosbeso :D

(Por cierto no estaba currando, estaba de parranda :P)

Isabel dijo...

Tengo unos días de dispersión total. De Ahí que no haya contestado vuestros comentarios, pero os quiero agradecer a todos vuestro paso y vuestros comentarios sin los que este lugar tendría el mismo sentido que una iglesia en Arabia Saudí.

Besos a repartir.