16 mar 2009

"Las fantasías tienen que ser poco realistas. Porque en el momento, en el instante en que consigues lo que buscabas, ya no lo quieres. No puedes quererlo. Para que el deseo pueda seguir existiendo, necesita que sus objetos estén permanentemente ausentes. No es eso lo que deseas, sino la fantasía de eso. O esa, que el deseo se sustenta sobre fantasías utópicas. A eso se refiere Pascal cuando dice que sólo somos verdaderamente felices cuando soñamos con la futura felicidad. Y también al decir que "la cacería es más dulce que lo cazado" o "ten cuidado con lo que deseas". No por conseguirlo, sino porque estás condenado a no quererlo en cuanto lo consigas. Así que la lección de Lacan es que vivir acorde con tus deseos no te hará feliz. Ser enteramente humano significa esforzarte por vivir de acuerdo con ideas e ideales. Y no evaluar tu vida por lo que hayas obtenido en lo que respecta a tus deseos, sino por aquellos momentos de integridad, de compasión, de racionalidad... incluso de abnegación. Porque, a la larga, la única manera de evaluar la relevancia de nuestra vida es valorando la vida de otros".

David Gale by Alan Parker.

6 mar 2009

Que

Vuelven a ser días, épocas, de esas que te desbordan los sentimientos y te atenazan las sensaciones… hasta el extremo de querer paralizarte, de no querer sentir nada. Nada que sea malo o perjudicial o doloroso.
Con lo amplia que es paleta de colores, a mí siempre dándome la brasa el negro.

Y me niego, no quiero. La vida es demasiado efímera. No tiene por que ser la fiesta que creíamos o esperábamos, pero tampoco un extenso y largo invierno que no quiere acabar nunca.

Que las cosas no van como debieran. Que me invade la nostalgia con demasiada frecuencia. Que después de juzgarme me han utilizado y me siguen utilizando. Que me he equivocado demasiadas veces. Que me dejo visitar con excesiva frecuencia por la desidia. Que corren malos tiempos. Que tengo miedo. Que…siempre hay un que.

Y el sol brilla cada nuevo amanecer. Y tras la tempestad siempre llega la calma. Y la vida son dos días y volver la vista atrás no me va devolver lo se quedo en el camino. Y mirar el futuro no me va a sacar de mi presente. Y preocuparme por lo que pueda ser si aún no ha sido, es hacer el entierro sin tener a el muerto.

Que te tengo a ti y hemos olvidado el tú y yo y lo hemos cambiado por nosotros.
Que Julia irradia luz propia y no se cansa de tenderme sus manos.
Que mis bichos no dejan de inspirarme ternura.
Que sigo recibiendo algún abrazo, que me llega a los huesos.
Que mi hermano me sigue queriendo.
Que la música no dejará nunca de gustarme.
Que aunque lejos, tengo alguna amiga siempre dispuesta a escucharme.
Que me siguen sorprendiendo esas amistades tan lejanas en kilómetros, impalpables al tacto y a pesar de ello, afines a los afectos.
Que no me rindo, que puedes ganar mil batallas, pero no la guerra, porque no quiero y me niego.