En lo más oscuro del camino que podía imaginarme con la radiante idea de que a luz siempre acaba por filtrarse, aunque para ello tengamos que arañar las paredes con uñas y dientes
Con la incertidumbre y la certeza de que nada es para siempre, de que todo es efímero como la vida misma y solo los sentimientos y los hechos permanecen.
Con la responsabilidad como amiga mas asumiendo mis muchas imperfecciones, mis mil contradicciones y tomando tierra.
Aceptando que de las situaciones inaceptables surge la ira y ello me hace más animal y ni mejor, ni peor persona.
A sabiendas de que las carencias son el pan de cada día para muchos…y yo no iba a ser menos, necesito ser vista y admito que quiero ser querida en todas y cada una de sus características o modalidades . Así me siento últimamente…y no tengo duda me equivocaría otra vez.
Gracias Ana.