Vuelven a ser días, épocas, de esas que te desbordan los sentimientos y te atenazan las sensaciones… hasta el extremo de querer paralizarte, de no querer sentir nada. Nada que sea malo o perjudicial o doloroso.
Con lo amplia que es paleta de colores, a mí siempre dándome la brasa el negro.
Y me niego, no quiero. La vida es demasiado efímera. No tiene por que ser la fiesta que creíamos o esperábamos, pero tampoco un extenso y largo invierno que no quiere acabar nunca.
Que las cosas no van como debieran. Que me invade la nostalgia con demasiada frecuencia. Que después de juzgarme me han utilizado y me siguen utilizando. Que me he equivocado demasiadas veces. Que me dejo visitar con excesiva frecuencia por la desidia. Que corren malos tiempos. Que tengo miedo. Que…siempre hay un que.
Y el sol brilla cada nuevo amanecer. Y tras la tempestad siempre llega la calma. Y la vida son dos días y volver la vista atrás no me va devolver lo se quedo en el camino. Y mirar el futuro no me va a sacar de mi presente. Y preocuparme por lo que pueda ser si aún no ha sido, es hacer el entierro sin tener a el muerto.
Que te tengo a ti y hemos olvidado el tú y yo y lo hemos cambiado por nosotros.
Que Julia irradia luz propia y no se cansa de tenderme sus manos.
Que mis bichos no dejan de inspirarme ternura.
Que sigo recibiendo algún abrazo, que me llega a los huesos.
Que mi hermano me sigue queriendo.
Que la música no dejará nunca de gustarme.
Que aunque lejos, tengo alguna amiga siempre dispuesta a escucharme.
Que me siguen sorprendiendo esas amistades tan lejanas en kilómetros, impalpables al tacto y a pesar de ello, afines a los afectos.
Que no me rindo, que puedes ganar mil batallas, pero no la guerra, porque no quiero y me niego.
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8 comentarios:
Que deben vivir el presente, sin futuro ni pasado y ese es el único secreto que da la felicidad.
un fuerte abrazo.
Te leo y vas a ganar.
Seguro.
Besos y ánimo.
Sigo ahí aunque no me veas
Un beso
Silvia, Toro, Ana.
Gracias a los tres por comentar.
Que sí, que todo son instantes. Que nada deja de pasar nunca de largo.
Besos a repartir.
wenas mujer, espero que mejren las cosas por tus mundos o que hayan mejorado ya, y bueno siempre nos quedara el budismo y la filosofia zen y eso, que dicen que va muy bien para el estres de la vida.
cuidate
un BESO.
Bueno, las amistades a kilómetros no son impalpables al tacto, bajo mi punto de vista. Yo creo que le da a ese sentido todavía más intensidad ...
A veces la guerra es el primer paso hacia la paz, por duro que pueda parecer ...
Aquí andamos, aún ...
Muy buenas Moisé!
Bueno; las cosas son, ya sabes, cambian, se transforman y siguen siendo…a veces mejores, otras peores…de momento todo va bien. Aunque acogiéndome al budismo: siempre se puede cambiar para mejorar. De cualquier forma como bien dice la filosofía zen: las palabras nunca expresan la última verdad.
Me voy cuidando y espero que tú hagas igual, siempre merece la pena.
Dos besos.
Wilde: me alegra mucho que sigas andando por aquí y espero que sea por mucho tiempo… al menos tanto como creas conveniente. No le está de más el color a la blogosfera.
A veces…yo creo que casi siempre, por no decir siempre, la guerra es la única vía a la paz, lo demás seria conformismo y el conformismo solo es comodidad.
Mira no lo había visto desde tu prisma y creo que tienes razón, quizá sean difíciles de notar por aquello de la distancia, pero tan tangibles o más que esas que teniéndolas al lado a veces solo son una ilusión…
Besos.
Me ha fascinado leerte, lástima que no se pueda comentar en todas las entradas. Un beso muy grande.
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