1 ago 2008

Tiempo.

Pasó muchas horas preparando el futuro. Demasiadas. Tantas que terminó por olvidar el presente y cuando quiso acordarse el futuro era volátil e impalpable y el presente fue efímero y momentáneo.
Había perdido el momento.

3 comentarios:

magofez dijo...

Como los trenes, que cuando se pierden se perdieron para siempre. Lo bueno es saber que siempre hay otro tren, aunque esperarlo lleva consigo perder todo el tiempo que falta hasta que llegue. Una putada, pero es que somos así y punto. También tiene su encanto esto de perder.

Besines,

Jove Kovic dijo...

Y eso es lo peor que puede pasar. Lo siento, te envío todos los besos del mundo.

Isabel dijo...

Efectivamente Neurotrasmisores: a veces pasamos tanto tiempo pensando en mejorar lo que esta por venir que olvidamos lo que ya esta aquí y cuando reparamos en ello….es demasiado tarde.
Besos.


Wilde: sí como los trenes…claro que siempre hay otro tren, pero el del momento lo perdimos y nunca más lo vamos a recuperar…complicados humanos que no acabamos nunca de aprender.
Perder tiene su encanto…psss a veces, cuando hablamos de cosas materiales, sí…cuando hablamos del tiempo que nunca más ha de volver, se convierte en un pecado. Y que conste que yo no creo en los pecados.
Biquiños.


Jove: SÍ es lo peor, sin duda….otra vez muchísimas gracias.
Mil besos.